martes, 31 de diciembre de 2013

Vamo a lobelisco por la lú, loco!

Jornada agobiante. No sólo por el calor sino también por la angustia transitada durante las últimas 24 hs. iniciadas cuando recibí en el feisbuc la invitación a un evento inquietante: "VAMOS AL OBELISCO POR LA LUZ!".



Después (mucho después) supe que los convocantes eran   la CTA de Pablo Micheli, la Corriente Clasista Combativa, el MST, el FIT, la ONG La Alameda y la secretaría de Derechos Humanos de la CGT opositora (Julio Piumato), Lilita Carrió (que huyera a Chaco), Pino Solanas, entre otras entidades de dudosos antecedentes, no pudiendo confirmar la adhesión de varias agrupaciones de Boys Scouts de inspiración Lefevristas.

Supe al instante que algo más allá del entendimiento del hombre medio se estaba gestando desde los oscuros rincones del universo infinito, y a pesar del terror cósmico que me embargó, decidí dar a conocer al público el crudo evento, denunciando la posibilidad de catastróficas consecuencias, desarrollando la siguiente crónica pormenorizada en la red social:

AYER, aproximadamente a las 16 hs.

"Desde la profundidad más oscura de la troskósfera me llega una invitación a un evento: "Vamos al Obelisco por la Luz!".
Yo ya lo sospechaba desde antes, el obelisco no es sólo un monumento faliforme, es una arcaica antena que capta la energía sideral y las transforma en ondas lumínicas que se esparcen sobre el porteñismo.
Ojo! no hay que abusar de esta tecnología de ignota procedencia. La sobreexposición a sus emanaciones revierte los polos sinápticos y te impulsa a votar al PRO o cacerolear epilépticamente, daños colaterales de los efluvios cósmicos que son bien conocidos por los pretigiosos científicos, pero no lo suficientemente promocionados para mantener a las masas en la ignorancia."

AYER, un poco más tarde. 
"Evento: "VAMOS AL OBELISCO POR LA LUZ! (Invitados casi 6000, asistirán: 95); consigna convocante: " [Descripción ¿de la causa del fracaso?] Pongamosle fin a esta crisis, reclamemos la luz (y agua) que nos corresponde por derecho. El Gobierno es responsable de esta situación, hagamosnos ver en el centro de la ciudad.
Si no llego, arranquen sin mí nomás, eh? Total, si el obelisco empieza a irradiar luz y desde las ventanitas emana agua, lo veré por Crónica."

AYER, al rato más tarde y sin temor a ponerme cargoso, decidí que era hora de deslindar responsabilidades y enajenarme categóricamente de la amenaza sideral.
"Sres. opofeisbuqueros:
Les ruego se abstengan de enviarme invitaciones a eventos de indubitada naturaleza mística o alienígena-ñu eiye tales como "VAMOS AL OBELISCO POR LA LUZ!". Sepan que con esta calor no me traslado a distancias superiores de 20 mts. contados desde el eje de gravedad de la Pelopincho sita en mi patio.
A pesar de lo cual, mi ignorancia supina respecto a este tipo de fenómenos paranormales y mis ansias ilimitadas de ampliar los horizontes del conocimiento sobre materias metafísicas, me insta a indagar lo siguiente: ¿con qué método intentarán que el obelisco emane luz? ¿acaso frotarán contra el objeto fálico sus nalgas hasta hacerlo entrar en incandescencia? Por pura curiosidad ¿eh?"


HOY ya en horas del evento (pataleando por la proximidad del apocalipsis y algo alterado por las altas temperaturas reinantes) 
"VAMO ALOBELISCO POR LA LÚ, LOCO!
En estos momentos en el obelisco se está llegando al momento de éxtasis. Mientras los alamedistas invocan la luz del papa Francisco, el troskaje friega sus nalgas contra el monumento en un desesperado intento de que inicie la generación de energía lumínica. Altamira, Pitrola, Maru-genia y Carrió, ataviados de vaporosos tules blancos, y agitando sendos ramos de marimonias, inician una danza ritual arcana de sesgo pagano en torno a un poseído Gustabo Vera que vibra sin cesar y habla en lenguas.
Hay escenas de histeria colectiva, mientras decenas de cacerolas renuncian a encontrar ritmo alguno mientras que las gargantas de sus epilécticos manipuladores lanzan guturales quejas prehumanas que simulan articular la consigna "que renuncie JFK" o algo parecido, mezclado con el reclamo de liberación de los Callejeros.
La catártica ceremonia estalla en ríspidos epítetos cuando sobre sus cabezas surca el cielo una aeronave de Aerolíneas Argentinas reestatizada sin control del gremio y los usuarios que amenazó hacer perder el equilibrio a Sergio Massa, encaramado en la cúspide totémica en posición de grulla."

Hace aproximadamente un par de horas... ya más tranquilo.
"A razón de 4,36 organizaciones convocantes por cada asistente, se realizó la protesta VAMO ALOBELISCO POR LA LÚ, LOCO! A pesar de haberse paspado las nalgas de tanto frotarlo, el obelisco no emitió luz. Gustavo Vera se quiere matar y Lilita se piró para el Chaco para eludir dar explicaciones por el papelón. Altamira declaró: "por un momento temimos que se masifique nuestra convocatoria, afortunadamente solo asistieron los más iluminados, valga el contrasentido. El próximo estado prerrevolucionario se verificará en Mar del Plata, en la boletería de un teatro donde detectamos sobreventas de entradas para el próximo sábado".


Ahora la vida ha vuelto a discurrir por los carriles normales,lo peor no sucedió, pero nuevas terribles amenazas se ciernen tras las oscuras esquinas de los arrabales de la conciencia.

sábado, 28 de diciembre de 2013

Fuerte autocrítica opositora.



En ciertas (aunque escasas oportunidades), la oposición argentina ha demostrado lograr estar a la altura de las circunstancias y actuar con la responsabilidad institucional que el pueblo les ha conferido.
 


Quizas un ejemplo de ello sea la actitud asumida por la UCR frente a la Expropiación de YPF,  o de varios de los integrantes del FAP y otros espacios autodenominados "progresistas" durante el debate de la Ley de Medios.

Pero esos ejemplos apenas han sido eventos espasmódicos, incitados por alguna medida particular. Nunca se sabe si han sido producto de una sincera adhesión o meros episodios demagógicos (tanto en uno como en otro caso, los lineamientos asumidos inicialmente se tradujeron, a posteriori, en rechazo, desinterés o desentendimiento, alineado en última instancia, siempre, con los intereses corporativos afectados).

De todos modos, cada vez que la oposición (o al menos alguna porción representativa de la misma) asume actitudes responsables, no dejan de alentarse expectativas promisorias. Es el caso del documento que, desde ayer, se viene consensuando entre distintos referentes de variopinto origen, cuyo lanzamiento se programa para el 31 de este mes, a modo de mensaje de despedida de año y de manifiesto de intenciones para el 2014.

El documento, hay que reconocerlo, no se limita a los habituales cuestionamientos al kirchnerismo, sino que se destaca por su fuerte espíritu autocrítico. Mirándolo con algo de malicia, se nota que para eludir cualquier compromiso con la sociedad, se usa la excusa de la denigrante tapa de la revista noticias (sobre las que caen durísimas críticas) no sólo para reivindicar la figura presidencial ( con expresiones tales como la “exigiendo dignidad y decoro en el tratamiento de la investidura”), al menos en cuanto institución asentada sobre principios democráticos.

Vale la pena, sin perjuicio de recomendar la lectura del documento completo, subrayar como relevantes (hasta sorprendentes) algunos párrafos:

“… Es preciso reconocer ciertos errores en que se ha incurrido. Muchas veces las legítimas especulaciones electorales han impulsado derroteros acordes a las exigencias y los intereses de sectores concentrados de poder, desviando la atención de los asuntos de interés de nuestros mandantes a cambio del beneplácito de quienes impulsan con dinero o con minutos de TV y radio nuestras aspiraciones. Ello, muchas veces, ha envilecido la sana práctica de la política …”


“… En tono de autocrítica reparadora de nuestro prestigio, es necesario advertir a varios de quienes ejercen la actividad política desde espacios de la oposición, que deben abandonar la irresponsable e inútil práctica de realizar denuncias judiciales infundadas. La reiteración de estas maniobras no sólo ha generado dispendios judiciales que obstruyen la administración de justicia, ha operado con un efecto boomerang que socava la credibilidad de las alternativas y de la política misma, beneficiando a sus detractores crónicos …”


“... Mas allá de las diferencias patentes, habremos de cerrar filas con el gobierno cada vez que se vea sometido a prácticas extorsivas que afectan la estabilidad política y repercuten de la forma más nefasta en la sociedad toda...”

El texto completo del borrador del comprometido documento, se encuentra en este link. Recomiendo fervorosamente su lectura antes de emitir cualquier opinión respecto a su sinceridad u oportunidad.

 

viernes, 27 de diciembre de 2013

¿Como se llama la obra?


Prólogo: Clarín y La Nación publican en tapa que sería sensiblemente aumentado el presupuesto del ejército para tareas de inteligencia. La primicia es desmentida sin éxito.



Primer Acto: sale Morales y hace una denuncia de espionaje. Dice que desde el 7º Piso del Edif. Libertador, Milani lo espía con un catalejo, a él y a un tal Santoro que no es artista plástico, aunque es bastante bueno para pintarte cuadros con realidades distorsionadas.
Segundo Acto: Escandalo en los diarios, en grandes titulares aseguran que el Juez interviniente ordenará el allanamiento del Edif. Libertador, para ser más precisos, mañana a la tardecita para que no los agarre la calor de lleno.

Tercer Acto: el día y a la hora anunciada, oficiales de justicia realizan el allanamiento, no lo encuentran ni a Milani ni al catalejo, pero se llevan una PC "Comodore 64" para que todo no parezca al cuete y una caja conteniendo disquettes Verbatim 133mm.

Cuarto Acto: Escándalo periodístico, se afirma que gracias a las tareas de inteligencia denunciadas, Milani se enteró por anticipado de que realizarian el allanamiento y se retiró del lugar con su catalejo. El periodismo independiente considera fehacientemente probados los dichos de Morales ya que entre los objetos secuestrados se encuentra una copia trucha de "Donkey Kong".

Quinto Acto: FINAL ABIERTO: 1) el Juez desestima la denuncia demostrando que está coptado por los K y que la absolución de De La Rua era parte de un acuerdo espurio de impunidad. 2) El juez es gauchito y continúa la investigación de la denuncia. Eso demuestra que la justicia es independiente, tal como se pudo constatar con la absolución de De La Rua.

La obra se llama "Comprendelo Campagnoli, nadie es imprescindible".


lunes, 23 de diciembre de 2013

MILANI: cuando algunas dudas no constituyen una certeza.




Como toda persona, cargo con una mochila de prejuicios. Algunos de ellos, absolutamente irracionales, otros generados por experiencias pasadas que impulsaron (mediante una inconsciente inducción) conclusiones de una pretenciosa generalidad totalizadora. Es cierto que los años han atemperado esa soberbia, abriendo paso a ciertas dudas, aunque más no sean estrictamente particularizadas.  


Difícilmente (en una conversación seria) se pueda oír que de mi boca salgan los vocablos “todos los” (cualidad que sea) seguidos inmediatamente por la sentencia categórica “son” (lo que sea). Sin embargo, ciertos prejuicios persisten y, a esacla irracional, extienden su sombra sobre todos los que revisten determinadas condiciones. 

Esa es la razón por la que frases como “Señora Presidenta, sepa de mi compromiso y el de todo el Ejército con las políticas de transformación emprendidas por usted, que apuntan  a la construcción  de una Nación en paz, autónoma y democrática, definitivamente vinculada con América Latina, socialmente integrada y con igualdad de oportunidades para todos sus ciudadanos, que tiene como horizonte el desarrollo, el crecimiento del país y la felicidad de nuestro pueblo. El Ejército Argentino, aspira a ser parte del esfuerzo de esa construcción, en el marco de un profundo respeto a la Constitución Nacional y con la convicción y el compromiso de jamás empuñar las armas que la Nación nos ha confiado para un fin que no sea defender a nuestro pueblo”, pronunciadas el 3 de julio pasado por CESAR MILANI (en ocasión de asumir como Jefe del Estado Mayor General del Ejército), no alcanzaron a conmoverme lo suficiente como para erradicar desconfianzas bien ancladas en los hechos pasados. Por supuesto que eso (o mas o menos parecido) es lo que uno debe esperar y aspirar como definición del rol de las FFAA de un país, es cierto que representa una propuesta de integración de los uniformados a la sociedad argentina, es cierto que enciende una esperanza de dar el portazo definitivo para cerrar la etapa inaugurada por la desquiciada mente mitrista. Pero los prejuicios (bien construídos) estaban ahí, no enfocados en Milani, sino en cualquier militar.  

Por eso me abstuve de opinar al respecto de su promoción.

No deja de ser vergonzante admitir que se me pasaron por alto datos significativos, como por ejemplo que el padre de Cesar Milani (homónimo) fue un destacado y reconocido dirigente y concejal peronista de la ciudad de Cosquín, por lo que una Unidad Básica ostenta orgullosamente su nombre, y que su hermano (Rody) se alejó definitivamente del protocordobesismo de Schiaretti en 2008, alineándose con la escasa minoría mediterránea que cerró filas con el gobierno nacional frente a la ambiciosa desmesura de los agrogarcas. No suele ser una cuestión menor el pedigrí de las personas.

Que la decisión haya sido adoptada por Cristina, por este gobierno respaldado por una coherencia irrefutable en materia de Derechos Humanos, y que sea avalada por la trayectoria del Militar como hombre de confianza de Nilda Garré, invitaban a la confianza, pero la contramarcha del CELS (encabalgada sobre los prejuicios propios) reinstaló la duda.

Y hablamos aquí de dudas plantadas por una prestigiosa institución, no de la parafernalia mediática-judicial instada por los payasos de siempre y reproducida hasta el hartazgo por el monopolio enemigo. Los dimes y diretes de Lanata, la compulsiva denuncia de Carrió-Solanas, las patéticas diatribas de los radicales Morales y Sanz y su miserable corte, más las paranoicas especulaciones de una izquierda especializada en surfear hecatombes ficcionadas, más que merecer consideración seria, empujan sistemáticamente la razonabilidad en la dirección opuesta  a sus posiciones, ocupan aquel rol orientador asignado por Arturo Jauretche a La Nación, nos recuerdan los reparos de Germán Abdala sobre las felicitaciones de la Sociedad Rural. Nadie podría hacerme creer que tras sus pretensas argucias referidas a los DDHH y la honestidad, no se esconde el debate político que (como en tantos otros temas) no se animan a plantear: el rol de las FFAA. Ellos anhelan el regreso a las épocas en que los militares funcionaban como el resguardo del orden establecido contra las “arremetidas” del populismo o de las izquierdas nacionales, si (a diferencia de mi escepticismo) dieron por convencidas y sinceras las palabras de Milani que cité, es lógico que les resonaran como un eco chavista y apuntaran su artillería a demoler a su referente.

No han construido una base de credibilidad que sustente su impugnación. Los firmantes suelen reiterarse en las listas donde se enumera a aquellos que adscribieron a los axiomas leuco-lanatianos de que los Kirchner hacía 15 minutos que se habían empezado a preocupar por los DDHH, sí, esos que estaban hartos del debate sobre la dictadura. Son los mismos que encuadran la cuestión de la apropiación de Papel Prensa en “la pelea del gobierno contra Clarín” y eluden expedirse ante el cúmulo de pruebas que acreditan la complicidad empresaria con los golpistas del 76.

Pero también es un prejuicio (esta vez cómodo) fedatar la infalibilidad del CELS y de Horacio Verbitsky, a diferencia del parloteo opositor, un prejuicio que merece ser reflexionado y analizado fríamente antes de ser desterrado, al menos respecto a esta cuestión. 

Separada la paja del trigo (dudo si limpio), el escueto escrito de impugnación presentado por el CELS (22/7/13) vincula a Milani con dos casos de delitos de lesa humanidad: 

I - la desaparición del soldado conscripto Ledo,  “en aquel expediente, el oficial instructor fue el entonces Subteniente Milani”. Se refiere al sumario labrado a efectos de “cubrir” la ausencia del soldado, bajo la apariencia de una deserción.
Los integrantes del CELS saben perfectamente que un sumariante es una persona ajena al caso en que interviene, que su función es recabar información sobre el mismo, información que es brindada por los involucrados o testigos. Nada más. Y que los militares son burócratas por excelencia, por lo que gustan de guardar las formalidades, aún cuando tales tengan por función encubrir un delito. El hecho que “aparezca la firma de Milani” en el expediente, más que un elemento que promueva la duda respecto a su participación, es casi una garantía de su ajenidad. Más allá de todo lo que se dijo, lo cierto es que a Milani jamás se le atribuyó (ni por parte de la justicia, ni por parte de los familiares denunciantes) responsabilidad alguna sobre el hecho que se investiga desde 1984, ni siquiera se lo ha imputado ni ha sido citado en relación a esa causa.
Otro argumento que utiliza el CELS en este caso es que “Milani debiera saber que estaba encubriendo una desaparición”. Realmente el sustento de la afirmación es más que endeble. En primer lugar porque en su sustento se dice que en el Nunca Más aparecido en 1984 se sostiene   “En los ámbitos militares respectivos se instruyeron sumarios por «deserción» cubriendo con ello una formalidad que no constituía sino una excusa frágil tendiente al ocultamiento de los hechos” y que en el libro de investigación al respecto, escrito en 1998, “El Escuadrón Perdido. La verdad sobre los 129 soldados secuestrados y desaparecidos durante el gobierno militar”, sostienen dos padres de soldados desaparecidos que es “una tremenda falacia, una gran mentira decir que fueron ‘desertores’ aquellos que fueran asesinados”, ya que “la ‘deserción’ fue inventada por quienes aplicaron el más salvaje y siniestro terrorismo de Estado”. Es decir, un procedimiento común, existente en cualquier ejército regular del mundo, como el “sumario por deserción” (en Argentina desde 1928), fue utilizado sistemáticamente para encubrir el asesinato de conscriptos durante la dictadura militar. No tengo dudas de que así haya sido, pero colegir de ello que en 1976 (cuando desaparece Ledo, a meses de iniciada la Dictadura, sin que se verifiquen los restantes casos que permiten a las dos investigaciones ulteriores arribar a la conclusión) eso pudo haber sido conocido o imaginado por un subteniente del arma de ingenieros recién salido del Colegio Militar, al punto de ser incorporado como elemento de prueba, me parece, al menos, aventurado, cuando no temerario.
Milani, en ocasión de responder el interrogatorio que le envía el CELS, arrima un dato que sirve para poner en contexto el asunto y negar la absoluta correspondencia a la que parece pretende inducir la acusación: según el Ministerio de Defensa, entre 1975 y 1983, se labraron en el Ejército (sólo en ese arma) 2442 sumarios por deserción de soldados conscriptos, sólo 27 corresponden al encubrimiento de desaparecidos.   

II - La acusación formulada por Ramón Alfredo Olivera ante la Comisión de Derechos Humanos de la provincia de La Rioja, en 1984: Milani participó en un “allanamiento” que derivó en la detención de su padre, quien fue torturado en el Batallón de Ingenieros 141 de la mencionada provincia. Por otra parte, señala que Milani estuvo presente y lo “hostilizó” durante un interrogatorio judicial en el que el testigo intentaba infructuosamente denunciar que había sido torturado en su lugar de detención ilegal”.
El mismo informe del CELS admite que la documentación existente contradice la primera acusación de participación en un “allanamiento”. Milani también la niega, así como niega haber participado alguna vez en interrogatorios judiciales. La denuncia que formula Oviedo, respecto a haber sido “hostilizado” (no a haber sido torturado), refiere textualmente a que, supuestamente Milani le dijo (frente a un Juez, supongo también a por lo menos otro funcionario que transcribía las declaraciones -como es habitual- pero que nunca son mencionados ni citados a declarar): “a vos te cortamos justo la carrera de guerrillero”. Más allá de la veracidad o no de la afirmación ¿en serio vamos a atribuir a eso la gravedad de considerarlo un atentado a los DDHH de Oviedo? Nótese que también que la duda sobre el encuadramiento de los dichos debe haber embargado a los redactores de la oposición del pliego de Milani: mencionan en hecho del supuesto hostigamiento, pero no se atreven a transcribir en que consistió el mismo. Tal vez esté equivocado, pero de todos modos aquí se denota una sensibilidad casi incompatible con haber acompañado en una aventura presidencial a Elisa Carrió, quien fuera funcionaria judicial de la Dictadura y quien, en razón de su función (relacionadas a la Fiscalía), habrá tenido conocimiento y habrá labrado cientos de expedientes que encubrían muertes y desapariciones ocurridas en Chaco entre 1976 y 1983, tal como lo hizo el quisquilloso Verbitski.

Después (no antes) de formular la impugnación, el CELS envía un largo y meduloso interrogatorio a Milani (como podrán ver, parte de las preguntas resultan totalmente ajenas a las acusaciones formuladas, y otras pueden ser respondidas simplemente recurriendo a cualquier código o manual funcional de las FFAA). Milani lo contesta punto por punto. Sin entrar en detalles respecto a las respuestas, Verbitsky  en una rueda de prensa lanza (consciente del efecto periodístico de la chicana) que “no se puede admitir la versión Heidi que Milani tiene sobre la dictadura”. El análisis y el debate sobre la respuesta de Millani nacieron muertos, fulminados por la categórica sentencia puesta en escena, y adoptaron la apariencia de una nueva impugnación que, en realidad, nada agrega respecto a Milani más de lo que se podría decir de cualquiera que vistiera uniforme del ejército por aquella época, fundados en hechos y sentencias ya conocidas que no se refieren (ni involucran) a la actuación del cuestionado, todo bajo el también genérico planteamiento de “debió haber sabido que”. 

La flaccidez de la acusación inicial (un despropósito ante los antecedentes del reconocido mundialmente organismo defensor de los DDHH y de las acostumbradamente medulosas y documentadas investigaciones de su presidente), y la bajada de telón posterior que reduce al acusado a la indefensión mediática, me hacen dudar seriamente de la honestidad intelectual de la imputación impugnativa. ¿Se pretende realmente impedir el asenso de alguien que se cree un violador serial de DDHH? ¿O se pretende acaso impedir el acceso a la jefatura del ejército de un hombre que adscribe a una visión de la política, la sociedad y el rol de las FFAA coincidente a la que sostiene el Gobierno Nacional?

Los antecedentes del caso parecen indicar lo último: ninguno de los anteriores ascensos de Milani durante la democracia fueron observados ni cuestionados, a pesar que los argumentos que ahora se blanden son precedentes. Las apelaciones a la “Presunción de Inocencia” (referida incluso a una persona que ni siquiera ha sido imputada en un proceso penal) cayeron de repente la más absoluta depreciación, incluso en el criterio de algunos que suelen (y gustan) ser tildados de “garantistas” y defensores de la legalidad, y de otros que deben a la gracia de ese principio fundamental el hecho de disfrutar su actual condición de Funcionario, Diputado o Senador (De La Sota, Schiaretti, Aguad, Macri, De Angelis), o por los que siguen pontificando desde la prensa a la luz de ese beneficio (Como Pagni, quien en el límite de la disociación esquizoide afirma: “Ahora el kirchnerismo demuestra que no sólo está dispuesto a condenar sin pruebas al que disiente” para expresar con tremendista impudicia para quien escriba en un diario con la historia de La Nación: “Milani abre una incógnita inquietante. ¿Y si de las próximas elecciones surgiera un gobierno que, según su criterio, no es nacional y popular?”).  

Por supuesto que lo aquí escrito puede ser impugnado desde la perspectiva de que el debate es político, y que en ese terreno no valen las argucias leguleyas sobre la apreciación de las pruebas. Ojalá así sea, porque se revelaría la auténtica  esencia del debate, y quedarían obligados los contradictores, justamente aquellos que con argumentos leguleyos pretenden escudarse del debate que no se atreven a dar (a la vez de que se amparan en el mismo tipo de argumentos para evitar expedirse sobre las complicidades civiles con la Dictadura), a manifestar sus verdaderas intenciones, sus aspiraciones respecto al rol de las FFAA, y quizás confiesen, incluso, quien es su candidato a cubrir el cargo que le quieren negar a Milani.     

Como esto es una apelación a la racionalidad, acompaño estos links que dirigen a la impugnación formulada por el CELS y la respuesta a Milani. Todo lo demás es hojarasca. 






jueves, 19 de diciembre de 2013

Version argentina de un cuento no escrito por Gabo.


Anda circulando por estos días en la red, un relato de Gabriel García Marquez. Se dice que lo contó por los setenta, en alguna conferencia en algún ignoto paraje. Probablemente lo haya contado muchas veces, antes variadas audiencias. Pero nunca lo trasladó al papel, por lo que las distintas versiones que se conocen,  los distintos intentos de reconstruir su belleza, aunque normalmente fieles al espíritu troncal, suelen diferir en ciertos detalles. "Algo muy grave va a suceder en este pueblo", se intitula.



Algunas de esas versiones pueden ser leídas acá o acá... pero yo voy a publicar otra, que se dice contó hace unos días, cuando anduvo por estos pagos de incógnito. A la sombra de una morera añosa, toalla húmeda en el cogote y con los piés refrescándose en una palangana de latón llena de fresca agua de pozo, accedió al pedido de los contertulios y, tras clavarse de un trago una traspirada jarra de birra helada, deleitó a su breve audiencia del siguiente modo:  

"Imagínese usted un país donde hay una señora diputada que tiene dos seguidores, uno se llama Toty y la otra Marcela. Está sirviéndoles el desayuno y tiene una expresión de preocupación. Los seguidores traen periodistas de TN y, frente a las cámaras, le preguntan qué le pasa y ella les responde:
-No sé, pero he amanecido con el presentimiento de que algo muy grave va a sucederle a este país.

Ellos se ríen de la dirigente. Dicen que esos son presentimientos de vieja pitonisa, cosas que pasan. Él se va a jugar al billar, y en el momento en que va a tirar una carambola sencillísima, el otro jugador le dice:

-Te apuesto un peso a que no la haces.

Todos se ríen. Él se ríe. Tira la carambola y no la hace. Paga su peso y todos le preguntan qué pasó, si era una carambola sencilla. Contesta:

-Es cierto, pero me ha quedado la preocupación de una cosa que me dijo mi jefa esta mañana, sobre algo grave que va a suceder a este país.

Todos se ríen de él, y el que se ha ganado su peso regresa a su casa, donde está con su mamá o una nieta o en fin, cualquier pariente. Feliz con su peso, dice:

-Le gané este peso a Toty, en la forma más sencilla, porque es un tonto.

-¿Y por qué es un tonto?

-Hombre, porque no pudo hacer una carambola sencillísima, estorbado con la idea de que su jefa amaneció hoy con la idea de que algo muy grave va a suceder en este país.

Entonces le dice su madre:

-No te burles de los presentimientos de la diputada, tira tantos pronósticos apocalípticos que alguna vez la va a embocar.

La pariente lo oye y va a comprar carne. Ella le dice al carnicero:

-Véndame un kilo de carne -y en el momento que se la están cortando, agrega-: Mejor véndame dos, porque andan diciendo que algo grave va a pasar y lo mejor es estar preparado.

El carnicero despacha su carne y cuando llega otra señora a comprar un kilo de carne, le dice:

-Lleve dos porque hasta aquí llega la gente diciendo que algo muy grave va a pasar, y se están preparando y comprando cosas.

Entonces la vieja responde:

-Tengo varios hijos, mire, mejor deme cuatro kilos.

Se lleva los cuatro kilos; y para no hacer largo el cuento, diré que el carnicero en media hora aumenta el 50% el precio, y agota la carne igual, mata otra vaca, se vende toda con 75% de sobreprecio y se va esparciendo el rumor de la hiperinflación y el desabastecimiento. Los incrementos se trasladan al pan, la verdura y los servicios de manicura del ex Rubro 59. Llega el momento en que todo el mundo, en el pueblo, está esperando que pase algo. Los camioneros hacen paro reclamando un “bono por posible desastre”, se paralizan las actividades, choca un tren y se acuartela la policía, y de pronto, a las dos de la tarde, hace calor como siempre. Alguien dice:

-¿Se ha dado cuenta del calor que está haciendo?

-¡Pero si en este pueblo siempre ha hecho calor!

(Tanto calor que es pueblo donde los músicos tenían instrumentos remendados con brea y tocaban siempre a la sombra porque si tocaban al sol se les caían a pedazos.)

-Sin embargo -dice uno-, a esta hora nunca ha hecho tanto calor. Bajame el aire acondicionado hasta los 20º ¿querés?

-Pero a las dos de la tarde es cuando hay más calor.

-Sí, pero no tanto calor como ahora. Mejor lo ponemos en 18º, total nos ponemos un pullovercito para estar acá adentro. La actitud se generaliza, hay un pico de consumo, el sistema colapsa y se corta la luz.

Al pueblo desierto, a la plaza desierta, baja de pronto un pajarito y se corre la voz:

-Hay un pajarito en la plaza.

Y viene todo el mundo, espantado, a ver el pajarito.

-Pero señores, siempre ha habido pajaritos que bajan.

-Sí, pero nunca a esta hora. ¡Compremos dólares!

Llega un momento de tal tensión para los habitantes del pueblo, que todos están desesperados por irse y no tienen el valor de hacerlo.

-Yo sí soy muy macho -grita uno-. Yo me voy.

Agarra sus muebles, sus hijos, sus animales, los mete en una carreta y atraviesa la calle central donde está el pobre pueblo viéndolo. Antes de cruzar los límites del pueblo, rompe una vidriera y saca una heladera exhibidora con todas las bebidas frescas que contenía. Hasta el momento en que dicen:

-Si éste se atreve, pues nosotros también nos vamos.

Y empiezan a desmantelar literalmente el pueblo. Se llevan las cosas, propias y ajenas, los animales, todo. Los 3 troskistas del pueblo incendian el árbol de navidad de la plaza.

Y uno de los últimos que abandona el pueblo, los mira y dice:

-Que no venga la desgracia a caer sobre lo que queda de nuestra casa -y entonces la incendia, y otros incendian también sus casas, y las de sus vecinos que aún no se habían plegado al éxodo.

Huyen en un tremendo y verdadero pánico, como en un éxodo de guerra, y en medio de ellos va la diputada que tuvo el presagio, clamando:

-Yo dije que algo muy grave iba a pasar, y me dijeron que estaba loca."