sábado, 29 de junio de 2013

Hacia las PASO: Arranque y rodadas.

Se cerraron las listas… se abrieron las gateras y “aaaarrancan!”. El Gran Premio Nacional "El Capriles Argentino" está en marcha.

Una pena la cantidad de rodadas a pocos metros de la línea de largada, que desmerecen el espectáculo y comprometen seriamente las posibilidades de algunos de los centauros de la política.



Tomemos por caso a la nueva esperanza blanca, Sergio Mazza y su esmerada puesta a punto. Primero se ocupó de darle forma a un perfil, distintivo, crítico pero que no pueda ser leído (al menos en la superficie) como confrontativo al modelo de gobierno nacional. Evidentemente es su anhelo cosechar por derecha con la apoyatura de los medios hegemónicos, pero también caranchear del lado del kirchnerismo.

En la prosecución de su objetivo táctico, tuvo que sacudirse de los cultores de un discurso defenestrador, y sufrió las consecuencias el Colorado De Narvaez que venía remando la conformación de un frente panpeornista que nucleara el espectro comprendido entre el menemismo residual hasta los sindicalistas que recientemente descubrieron en el kirchnerismo un límite a sus aspiraciones de mudarse a la política grande (Moyano, Piumato, Plaini). Junto al Colorado patina el mediterráneo delachotismo, que no pelea por pelear, sino por tratar de trascender los estrechos límites de Córdoba y proyectarse nacionalmente.
Otro perjudicado con la irrupción de la “nueva esperanza blanca” fue el PRO bonaerense. Digamos que Mauricio Macri había optado por encarar su proyección 2015 apostando a la técnica de las glamorosas figuras, con apacible anuencia de su estructura en Córdoba (incorporando a Baldassi) o aunque ello implicara dinamitar sus construcciones políticas como pasó en Santa Fé (Del Sel – Telpuk) y Entre Ríos (De Angelis). Incluso aquí, el acercamiento con Jorge Busti (a través de la inclusión en la lista de su esposa Cristina Cremer), “robado” de las hustes delachotista,  le implicó una pequeña ventaja respecto a un competidor directo en la pelea nacional por los favores del electorado derechista. El primer traspié, y seguramente fatal, lo sufrió en Buenos Aires, las condiciones impuestas por Massa implicaron, literalmente, pasar por bajo la horca caudina. Para preservar el perfil elegido, el tigrense eliminó las expectativas de todo aquel demasiado identificable con el jefe de gobierno porteño, su perfil neoliberal y sus desatinos gubernamentales. Fueron excluidas sus principales espadas: Melconián y Montenegro para ser sustituidas como representación PRO por personajes más “disimulables”; e incluso, como efecto colateral, nuevas adquisiciones, como el hermano de Manu Ginóbile, optaron por quedarse en la casa. La desprotección inspiró a otros a huir del barco amarillo torpedeado en su línea de flotación, opción por la que optó, entre otros, Javier Castrilli. Al borde del naufragio, Macrí quedó en soledad campeando el temporal, aferrado a la esperanza de ganar en capital y de hacer un papel más o menos digno en 3 o 4 provincias para conservar sus aspiraciones presidenciales.

Pero el esmero massista también terminó chocando con sus propias contradicciones en menos de una semana. Que el jefe la tenga más o menos clara no implica que, quienes se suben a la calesita a último momento tengan una peregrina idea de cómo embocarle a esa ínfima sortija que los habilite dar otra vuelta en 2015. El raid de disparates en los que se embarcó Fabián Gianola ni bien le abrieron la gatera (“este gobierno va hacia una dictadura”, “me siento más instruído que Boudou”…), más pareció una escalada destinada a quitarle el cetro de los campeones del ridículo a su colega Del Sel, que parte de una campaña electoral, pero no asumió la gravedad de las afirmaciones de Gabriela Micheti que aseguró que el PRO "comparte visiones, valores e ideas con Massa”. Tal vez algún filokirchnerista despistado no haya sabido leer el significado de la inclusión de Mirta Tundis en la lista, o que no se haya despabilado aún del significado de la “batalla cultural” y del rol de Clarín, pero  lo que no le puede pasar desapercibido para leer correctamente el significado de Sergio Massa es el incondicional, afectuoso e incluso sobre actuado apoyo que le brinda un reaparecido Eduardo Duhalde. 



Antes aún de que pueda explicar que nos quiere hacer creer que es para él el poskirchnerismo o el kirchnerismo crítico, amigos, familiares y deudos se empeñan en desbaratar la maniobra mimética y denunciar quien es y a que intereses responde realmente.

Un capítulo aparte merece el otro gran polo opositor de centroderecha que desprecia casi todo contacto con el peronismo (excepto esa pizca brindada por Pino Solanas). Es aquel donde conviven el exPRTismo, con el socialdemocratismo, con el radicalismo, con el exradicalismo, con el pinosolanismo y con el goldenboysismo neoliberal, asumiento variadas combinaciones que reflejan un todovalismo integral. Desde la abierta confrontación como en Entre Ríos (el radicalismo enfrentaría en solitario la elección, disputando recién en octubre y cada cual por su lado con el conglomerado PS, GEN, PSur), pasando por otros distritos donde el radicalismo disputa en las PASO con otras vertientes del conglomerado, hasta en CABA donde en las PASO los radicales se juntan con Libres del Sur y golden boys  para competir contra radicales unidos a Golden Boys, y ex radicales junto a pininistas a los que se suma la tropa laica de bendición papista.



El todovalismo también atraviesa el terreno de lo discursivo: el JPMorguismo es progresismo por definición y seducción de Donda, al punto que ya se pueden ver pintadas que impulsan su candidatura con el auspicio de la cara del Che. También el Senador Morales comparte con Viqui Donda la argumentación crítica de que "El reciente nombramiento de César del Corazón de Jesús Milani, como nuevo Jefe del Ejército es absolutamenterepudiable, porque Milani participó comoSubteniente especializado en inteligencia destinado al batallón de Ingenieros deConstrucción 141 - en relación con el Operativo Independencia en Tucumán -,desde el 01/02/1976 - comandado por el general Acdel Vilas yluego por AntonioBussi - hasta el 06/02/1977” (no me he comido espacios, está textualmente extraído de la página facebook de Donda), sin tener en cuenta que ambos comparten un espacio político con integrantes que, en su oportunidad, sólo se limitaron a Juzgar a las Juntas Militares y favorecieron (al hacerlo genéricamente) a Milani con la Obediencia Debida y el Punto Final, sin perjuicio de que otros integrantes participaron del gobierno indultador de Menem o del que prohibiera las extradiciones de militares para ser juzgados en el exterior (De La Rua), y que incluso muchos de ellos (algunos candidatos) fueron funcionarios políticos o judiciales de la Dictadura.

Ambos polos adolecen de semejantes limitantes: una enorme dificultad de pararse propositivamente como alternativa del 2015, sin explicitar un modelo que no resulte regresivo y repugnante a las mayorías argentinas; una incapacidad de articulación que les permita expandirse por todo el territorio nacional como un todo coherente y no como un rejunte amorfo de oportunistas o voluntades discordantes.


Hay dos variables que me falta analizar, paradas en las antípodas: el respetable homogeinismo ideologista y el cualquiercolectivomedejabien-ismo, esta última especie con ejemplares compartidos con las categorías anteriores, pero será en otra oportunidad, junto a un esforzado mapa de los despliegues territoriales.



viernes, 28 de junio de 2013

Massa: historias paralelas.


Después de un lustro, de la troupe de “100% Lucha” se retira La Masa, uno de los protagonistas más significativos de un show cuyo formato, por primera vez y después de muchos intentos de emularlo, había logrado un éxito semejante al mítico “Titanes en el Ring”. 




Nadie podía dudar de la importancia que “El primer campeón” tenía en la escena, o de la dimensión del personaje; pero vaya a saber por qué motivos fue separado del espectáculo, asumiendo sus productores el riesgo de cagarse en la dialéctica perdiendo un atractivo que parecía esencial (ni más ni menos que el antagonista natural de Vicente Viloni “el campeón del pueblo”). 100% Lucha siguió su periplo, y sus fans siguieron contribuyendo a las arcas casi sin notar, o acostumbrándose a la baja. Es que el complejo y articulado armado contaba con las respuestas necesaria ante el evento, sin siquiera tomarse la molestia de buscar un sucedáneo del titán. Distinta fue la suerte de “La Masa”, tal vez extrañado por algunos, pero incapaz de montar un show que lo tuviera como protagonista excluyente y lo transformara en una competencia que amenazara la suerte de sus ex cófrades.

Después de una década, del kirchenrismo se retira Sergio Massa, uno de los protagonistas más significativos de un movimiento político cuya práctica, por primera vez y después de muchos intentos de emularlo, ha logrado un éxito e inserción semejante al mítico período de “El Primer Peronismo”.

Algunos nos permitimos dudar del protagonismo real del Intendente de Tigre respecto al grueso del movimiento, atribuyendo la recurrente mención de su nombre en medios capitalinos a un intento de intereses extraños de generar una “sensación de popularidad” de la cual carece fuera de los límites de su distrito, y una atracción relativa en el ámbito de la provincia de Buenos Aires. Intento destinado a “nacionalizar” una expectativa, trasladándola a ámbitos en que poco importa la eficacia de los cuadricópteros dronnes a los efectos de alertar siniestros en los cursos de aguas navegados por yates y lanchas colectivas.




Hasta ahora Sergio Massa ha sido presentado como la “nueva esperanza blanca” nacida del seno mismo de un kirchnerismo que se muestra cada vez más inexpugnable en términos electorales, con un doble beneficio, lo que hipotéticamente suma a la reacción, simétricamente lo resta al gobierno. La ventaja comparativa que ello representa, relega las aspiraciones de Mauricio Macri, acunadas desde los sectores que detentan el poder real. También es evidente que su innata incapacidad de un armado que trascienda los límites de Capital (expresado exclusivamente en el reclutamiento de estrellas rutilantes de firmamentos ajenos a la política partidaria como De Angelis, Del Sel, Telpux, Olmedo o Baldassi, sin que ello represente un anclaje territorial propio, al que más bien despreció por su lento e insignificante desarrollo) conspiró en contra de sus ambiciones al confrontar sus menguados logros ante las exigencias de un cónclave de dueños del país presurosos de obtener victorias contundentes. 

Estrangulamiento similar sufrió Francisco de Narvaez, dormido en los lauros obtenidos hace cuatro años, no sólo fue considerado por las corporaciones “no apto” para liderar un nuevo intento, sino que también sufrió el desprecio de la exclusión, arrastrando consigo toda la caterva del neoperonismo federal que trabajosamente intentaba articular junto a De La Sota.




Hasta ahora, la deserción (preanunciada por cierto, sólo cabía ponerle fecha) de Sergio Massa ha servido para disciplinar (en el caso de Macri, quien subordinó sus postulaciones bonaerenses al sino del avenido) o para marcar la cancha dejando fuera a los artífices de un discurso, talibánicamente anti-K pero electoralmente inviable, dentro de un amplio arco opositor derechista que disputará los favores corporativos y mediáticos con el más armónico y cuasiestable polo centroderechista constituido por el radicalismo cuadripléjico y el socialismo de cotillón.

Por supuesto que no se trata de ningunear la inteligencia articuladora de Massa, sino de señalar que su discurso confrontado por su modo de acumulación resultan contradictorios, se neutralizan y amenazan hacer naufragar el perfil crítico o pos-kirchnerista que gusta cultivar. 

Quien suscribe este post ha enunciado la hipótesis de que no se puede dejar de ser “muy-muy” sin transformarse en “tan-tan”, Massa sostiene lo contrario: dice rescatar aspectos del kirchnerismo, pero sube a sus listas delegados del Grupo Clarín (Mirta Tundis), capos del industrialismo inconformista (José Ignacio De Mendiguren), cultores del oposicionismo denuncista (Adrián Perez), y por otro lado, adscribe a la lógica menemista del despliegue de concheros apolíticos (Fabián Gianolla) y se prepara a embarcarse en la campaña acompañado por una nítida militante de la derecha reaccionaria PRO como lo es Gabriela Michetti. Esto no es kirchnerismo crítico, es antikirchnerismo al galope, no se puede sinceramente pensar que los logros del modelo pueden ser sostenido por quienes han cuestionado hasta la médula el modelo, incluso cuando se han beneficiado con él, pero consideran que no lo suficiente. 

Me detengo en el ambicioso De Mendiguren, el ex presidente de la UIA, hace un mes atrás llamaba a ”replantear el modelo” porque el consumo ya no crece, después de anunciar la inminencia de un “Rodrigazo” y cuestionar por exagerado el llamado “cepo cambiario”.  Sin embargo, el consumo siguió creciendo, el rodrigazo no se produjo y la “exageración” del control de divisas trajo como consecuencia un record de inversión extranjera en 2012 por reinversión de utilidades. Resulta evidente que la incorporación de De Mendiguren no responde sólo a la necesidad de contener a un sector (perdidoso, cuestionado por sus colegas tal como Plaini de la lista de De Narvaez) de la interna empresaria, sino que también desarrolla un discurso que distorsione la realidad a efectos de hacerla funcional a una necesidad cuestionadora del modelo en sí (no a su mejoramiento), sobre la que se encarama el pensamiento real de Massa. 

Quizás que no se pueda atribuir a Mazza el mismo carácter de “fenómeno endémico” con que normalmente se adjetiviza a Macri, dado que su carareada supuesta condición de peronista le facilita otro tipo de diálogo con actores bonaerenses e incluso nacionales (siempre predispuestos a ceder a las condiciones impuestas por la real politik sin hacerse demasiadas preguntas sobre la coherencia de sus acciones). Pero sería realmente sorprendente encontrarnos con semejantes resultados que en 2009 en el territorio bonaerense, habida cuenta de que las condiciones objetivas y subjetivas son evidentemente dispares y de que sería menospreciar a la inteligencia popular sospechar siquiera que no se adviertan las diferencias de tiempo, de personas, e incluso las contradicciones flagrantes entre el discurso y la práctica de acumulación massista, quien enarbolando la idea de la “renovación”, en realidad encarna la propuesta de la “reacción”. 

El kirchnerismo ha tenido la capacidad de resistir indemne el éxodo y el repudio posterior de dirigentes importantes (o al menos renombrados) que otrora departían en torno al fogón, por derecha o por izquierda. Desde Reutemann a Donda-Tumini-Ceballos, pasando por Alberto Fernandez, Moyano, Plaini, Piumatto. Incluso de referentes provinciales relevantes como Jorge Busti, Das Neves o el propio De la Sota, ex ministros o secretarios supuestamente claves, categoría en la que merecen mención Julio Bárbaro y Roberto Lavagna, técnicos mimados por el stablishment como Prat Gay, Redrado o Lousteau… Algunos fueron una chispa de esperanza entre dos oscuridades opositoras. Todos ellos, como “La Masa” se pensaban jugadores imprescindibles y terminaron deambulando por fiestas infantiles y shows de clubes en búsqueda del protagonismo perdido, y el proyecto Nac&Pop continuó, sin necesidad siquiera de sustituirlos.  No hay razón para pensar que Sergio Massa comparta ese triste destino, pero tampoco hay antecedentes que validen la hipótesis del éxito de quien quedó con los pies fuera del plato. 





miércoles, 26 de junio de 2013

Presentación de listas (Resaca)


Lunes 24, 07:23 hs. (suena el teléfono)

- SI?

- Hola Dr. Perez Isaurreta? Lo llama el Dr. Juan Donorio...

- Perdon? nos conocemos?

- Pero Dr... soy el apoderado del partido unidimensional progresistoide, anoche a las 23:54 inscribimos candidatos de la alianza "FRENTE REMOZADO DE LA ESPERANZA AMORFA Y DE LA FE APÓCRIFA".



- Disculpe debe haber un error, anoche a las 23:12, en nombre del Partido de la Derecha Campechana, yo inscribí los candidatos que postulamos en una alianza con el Partido Pluripersonal Progresquizoide.

- Se equivoca Dr, el Partido Pluiripersonal Progresquizoide acordó con el Movimiento Sempiterno Ocasional y la Línea Programática Teologonal. Ud en cambio suscribió un acuerdo transitorio con nosotros y la Línea Fundadora del troskoreutemanismo pragmático. Aquellas son dos vertientes diamentralmente opuestas al ideal partidario que Ud. representa.

- Se equivoca Dr., hemos llegado a un pleno consenso en el distrito capitalino, aunque debo reconocerle que asumimos posiciones irreconciliables en otras 16 provincias.

- Seré más específico Dr., quizás lo he confundido, nuestro acuerdo programático y estratégico, al que sumamos a la Izquierda a Ultranza Sampedrina y al Estamento Prerevolucionario Protofranquista, se circunscribe exclusivamente a los senadores por Santa Fe y a la elección de delegados al Concejo Tribal de la comunidad piel roja de Tapera de Elortondo.

- Ah sí! sí, claro... disculpe, por un momento lo había confundido con el Dr. Leandrez del Movimiento Autonomista Periradial Conservacionista, con quien sellé un pacto táctico para enfrentar las elecciones a Concejales en la localidad de Castillo de Altamira y Concejeros Escolares en Sargento 1° Sarmiento.

- Sólo lo llamaba para avisarle que incurrimos en un error, respecto a la Dra. Luisa Anzuaguerreta, Concejala de San José de Santa María de Catamarca, que postulamos como candidata a Diputada en 6to. Término por la provincia de Santa Fe…

- Pero de que error me habla? Si la Dra. Anzuaguerreta es nacida en San José del Rincón de Santa Fe, lo chequeamos… allí vivió hasta los 6 años, demostrando un fervoroso e inquebrantable compromiso cívico con su comunidad en sus declamaciones en fiestas patrias celebradas en el Jardín de Infantes “Los Patitos del Brigadier”.

- Bue… este… sí, casi todo eso es cierto, pero la Dra. me acaba de advertir que, en realidad ella nació en San José de Feliciano de la Provincia de Entre Ríos, se trasladó a Rincón a los 2 años.

- Hmm… Pero qué macana! Veremos que podemos hacer al respecto… no menos de un tercio de biblioteca apoyaría nuestra posición, por lo pronto interpondremos una cautelar ante el Juez de Paz de San José de Quemú Quemú, de La Pampa, con quien comparto desde hace décadas la aficción por el juego de Sapo. 

- A todo esto, le confirmo que se realizaría la reunión prevista de antemano para disolver públicamente la alianza el día primero de noviembre, haciendo explícitas las desavenencias sobrevinientes y en los términos previamente acordados… si Uds. no disponen lo contrario, claro.

- No, por favor, faltaba más, anoche a última hora verifiqué la disponibilidad de tiempo del Ingeniero Tomansón, presidente del Comité Ejecutivo Nacional. Ya sabe lo que opinamos de esa gentuza sampedrina, cuanto antes los tengamos lejos, mejor.

- Je, nuestro sentimiento es similar respecto a esos impresentables protofranquistas de los que no vemos la hora de desvincularnos. Es una lástima que no hayamos podido extender nuestro acuerdo a otros ámbitos... pero bue, otra vez será.

- Comparto sus conceptos Dr.

- No le robo más valioso tiempo Dr., dejo entonces el asunto de la Dra. Anzuaguerreta en sus experimentadas y hábiles manos. Buenos días.

- Buenos días Dr, y quedo a sus gratísimas órdenes. (Corta y dice para sus adentros "mequetrefe pusilámine...")





ADVERTENCIA
Este diálogo es pura ficción. Los personajes aludidos no existen, es altamente probable que los partidos mencionados, tampoco. Cualquier semejanza de la situación descripta con la realidad, aunque posible, es producto de la mera casualidad... 





¡XELENTE!

Así se escuchó en Nada es Casual, en  Freeway Rock, la FM 90.7 (Bs:As).  Gracias Moo.








lunes, 24 de junio de 2013

Premios Clarín al tezon opositor.


Se dice que el Centro Cultural San Martín fue violenta y abruptamente desalojado en razón de que habría sido comprometida su cesión para la noche de hoy, minutos después del cierre de inscripción de listas para las PASO. El préstamo tendría por objeto la celebración del evento “Premios Clarín a las mejores realizaciones electorales opositoras 2013”, que sería conducida por Ricardo Darín, Roberto Petinatto y Sandra Borghi.




Entre los rubros a premiar, variados por cierto, casi tanto como la oferta opositora, se destacan, con sus respectivos nominados:

CATEGORIA “REGRESO DE MUERTOS VIVOS”
Córdoba: Domingo Cavallo en la lista patrocinada por  el polo cinematográfico de San Luis propiedad de Rodriguez Saa Brothers.
Entre Ríos: Alfredo De Angeli  y el matrimonio Busti-Cremer impulsados por la PROductora de Mauricio Macri.
CABA: Moises Ikonicoff en la lista patrocinada por  el polo cinematográfico de San Luis propiedad de Rodriguez Saa Brothers.

CATEGORÍA “PLAGA ZOMBIES”
CABA: Carlos “Cacerolo” Maslatón  en la lista patrocinada por  el polo cinematográfico de San Luis propiedad de Rodriguez Saa Brothers.

CATEGORÍA “MUTANTES”
CABA: Pino Solanas esta vez en UNEN (Unión Transitoria de Proyectos Unipersonales).
CABA: Victoria Donda vez en UNEN (Unión Transitoria de Proyectos Unipersonales).
Bs.As: Sergio Massa esta vez en la lista de Sergio Massa y Momo’s Prod.
Bs.As: Adrian Perez esta vez en la lista de Sergio Massa y Momo’s Prod.
CABA: Martín Lousteau esta vez por UNEN (Unión Transitoria de Proyectos Unipersonales) también califica en la categoría “Regreso de Muertos Vivos”).
Mendoza: Julio Cobos esta vez por UCR (Union Cinematográfica Reaccionaria).
Buenos Aires:  Vilma Ripoll esta vez por el emprendimiento independiente PODES (de podar) con reminiscencia PeTeistona.
CABA: Claudio Lozano esta vez por el emprendimiento independiente PODES (de podar) con reminiscencia PeTeistona.

CATEGORÍA “EL FUGITIVO” (SERIE)
Córdoba: Domingo Cavallo en la lista patrocinada por  el polo cinematográfico de San Luis propiedad de Rodriguez Saa Brothers.
Córdoba: Oscar Aguad por UCR (Union Cinematográfica Reaccionaria).
Córdoba: Juan Schiaretti impulsado por Cinematográfica Cordobesista Delachotista.
Formosa: Ricardo Buryaille por UCR (Union Cinematográfica Reaccionaria) & friends con pluma.
Salta: Alfredo Olmedo por la PROductora de Mauricio Macri.

CATEGORÍA COMEDIA MUSICAL CON BAILES MULTITUDINARIOS AL ESTILO HINDÚ.
CABA: Alfonso Prat Gay de UNEN (Unión Transitoria de Proyectos Unipersonales). Con larga experiencia en el rubro, confesó en una entrevista que de joven participó en un grupo que imitaba a “Menudo”, ahora logra un papel destacado en un rejunte que interpreta a “Magneto”, aunque, por lo multicolor de su composición, más se parecen a “Los Parchís” (Tumini es la ficha roja). En uno de sus parlamentos afirma ser progresista ¡Suena “Tremendo”! (Adan de Ucea dixit).
CABA: Gustavo Vera de UNEN (Unión Transitoria de Proyectos Unipersonales), especialista en canto gregoriano, marchas selectivas a talleres clandestinos y óperas antieugenianas, apóstol bendecido directamente desde los aposentos papales.

CATEGORÍA COMEDIA REVISTERIL CHABACANA.
Santa Fe: Miguel Del Sel (corre con la ventaja de que, interpretando a La Tota también cubre el cupo femenino) y María Sol Telpuk (de amplia trayectoria en el rubro que arrancó con su papel secundario en la ópera bufa “La Valija de Antonini” representada también en Miami, pasó por la TV, el cine y la revista) ambos candidatos impulsados por la PROductora de Mauricio Macri.

CATEGORÍA TRAGICOMEDIAS CLÁSICAS SOSAS Y SONSONAS   (CON O SIN ENREDOS CON NARCOS, PERO DE TRAMA ABURRIDA Y SIN SOBRESALTOS).
Santa Fe: Hermes Binner,  de sojoFAP & CIA.
Buenos Aires: Ricardo Alfonsín y Margarita Stolbizer por UCR (Union Cinematográfica Reaccionaria) & Friends.

CATEGORÍA SECUELAS (O SEGUNDAS PARTES QUE NUNCA FUERON BUENAS O INCLUSO PEOR QUE LAS PRIMERAS)
Buenos Aires: Ricardo Alfonsín por UCR (Union Cinematográfica Reaccionaria) & friends.
Misiones: María Losada por UCR (Union Cinematográfica Reaccionaria) & friends.
CABA: Jorge Triaca por la PROductora de Mauricio Macri.
Tucumán: Ricardo Bussi por proyecto cinematográfico “El Hijo De Frankestein”

CATEGORÍA CLÁSICOS DE AYER, DE HOY Y DE SIEMPRE QUE SIGUEN EN CARTEL (en las Secretarías Electorales ya se los considera adscriptos).
CABA: Jorge Altamira cooperativa asamblearia prototroskista "Te Corro por Izquierda con un Don Perignon".
CABA: Lilita Carrió y Ricardo Gil Lavedra por UNEN (Unión Transitoria de Proyectos Unipersonales).
CABA: Gabriela Michetti impulsada por la PROductora de Mauricio Macri.
Entre Ríos: Lisandro Viale y Américo Schwartman de sojoFAP & CIA.
Chaco: Angel Rozas por UCR (Union Cinematográfica Reaccionaria) & Friends (También califica para la categoría “Regreso de Muertos Vivos”).

CATEGORIA “TITANIC” (LOS QUE NAUFRAGARON ANTES DE LLEGAR A BUEN PUERTO).
Premio consuelo destinado a instar a seguir participando: Roberto Lavagna, Patricia Bullrich, Dante Caputto y Graciela Ocaña.

Ojo! Puede haber sorpresas de último momento que ampliarían las listas de nominados.






sábado, 22 de junio de 2013

Seguimos jugando en el campo de ellos.


No nos confundamos, compañeros, estos no son asuntos que se resuelven mediante un memorable zapatazo como el del Chango Cárdenas, ni con una media vuelta y arremetida a lo Búfalo Funes.  No señores, esto no es un partido de fútbol, más bien una larga campaña donde, a medida que avanzamos, los rivales se van poniendo más cabreros e ideosos, y por más que mejoremos el reglamento no logramos transformar a Carlos Amarilla en un árbitro neutral.




Si lo comparamos con una guerra, no es el Blitzkrieg alemán, sino una guerra de posiciones que lentamente va instalando las hostilidades en el territorio del enemigo. Reconozcamos que el Estado salió decididamente de la especulación defensiva a pelearle el terreno apropiado por las corporaciones.

Miren si no el proceso,  recuerden a De la Rua explicando ante cámaras “los diarios decían que había que poner a Cavallo”. Evidentemente las corporaciones (expresadas en la “independiente” opinión de los diarios), en plena etapa expansiva, elegían como campo de batalla el propio gabinete. La democracia tutelada ya no se desarrollaba bajo la atenta mirada de los militares, ahora a las fuerzas corporativas no les preocupaba que votemos a quien se nos cantara, bastaba con su capacidad de dirigir la política imponiendo en lugares claves a sus gerentes.

Por eso Néstor se ganó el mote de “autoritario”, tenía el tupé de contradecir la opinión del Ministro de Economía Roberto Lavagna, el nuevo niño mimado. Después de la Dictadura (y del intento fallido de los primeros años de Alfonsín), fue Néstor quien empezó a marcar la cancha del Estado, delimitando la defensa del interés común de los insidiosos y mezquinos, camuflados, intereses corporativos.  Y este gobierno siguió ganándose el derecho de cimentar esa fama cuando volaron "indispensables" como Prat Gay o Redrado, siempre en medio de un lacrimoso revuelo periodístico… Ni hablar cuando Guillermo Moreno se calzó las botas con punteras de acero para desalojar del INDEC a los personeros de las consultoras privadas.

Un día el campo de batalla se mudó. Ya la lucha no se planteó sólo en los estrechos límites de la Administración, entró en el terreno de las ex empresas del Estado, esos impulsores de la economía y del desarrollo en manos el ejército de ocupación  privatista, en territorios como los de Aerolíneas, de las AFJP y de YPF se festejó la entrada de las brigadas estatales.

Y “El Mercado”, esa entelequia colonizada por el pensamiento único neoliberal, también sufrió la embestida, el Estado reclamó su rol de jugador insoslayable, recuperó el concepto y el significado de “Economía Política” para disputar terreno a la “Economía” a secas librada a los sentimientos y humores del librecambismo ultramontano. Hasta el monetarismo supuestamente inocuo y neutral sufrió escaramuzas cuando el Banco Central entró en el campo de batalla con esa idea proactiva del manejo de las “Reservas Disponibles”. Los atrincherados en las cuevas especulativas, los ágiles comandos artífices de corridas bancarias y cambiarias, lloraron las pérdidas como la derrota en Viet Nam.

Quedaron a la defensiva, replegados en algunas colinas se hicieron fuertes, pero asumiendo el costo de quedar pornográficamente expuestos. Ya no se pueden mezclar entre “la gente” sin mostrar su inequívoco uniforme identificatorio. Ya no pueden ampararse bajo el disfraz de la independencia o la neutralidad: “voy a hacer todo lo posible para que esta gente no siga gobernando” fue la confesión espontánea que las circunstancias le arrancaron al vocero de la Quinta Columna, aislado entre histéricos caceroleos y pataleos furibundos de los traidores amarillistas egresados de los cursos de la AIFLD.

En un combate a campo abierto en que no están acostumbrados a pelear, hasta quienes estaban habituados a la oscura comodidad de la retaguardia, deben dejar ver sus lamentables figuras de Mr. Burns desnudo, aunque entonen el discurso de Federico II de Prusia. Al aparato judicial le estaba reservada la discreta tarea de ser el último resguardo de la impunidad del poder real. Acostumbrada a dictar prescripciones, o a salvar sobre la raya algún complicado empresario cuya evidente transgresión había logrado sortear el laberinto de las instancias exculpatorias (p.ej., Macri en el caso de contrabando de autos y evasión impositiva de Sevel), sufre la angustia de tener que mostrar sus trapitos y miserias al sol.

El festival de cautelares tuvo tal trascendencia y asiduidad, que, al menos por repetición, dejó en bancarrota ese patrimonio de imparcialidad del que gozaba. Como contrapartida, el lento fluir de los procesos, ese siempre justificable defecto que les permitía  escapar de tomar decisiones incómodas mientras el ritmo de las noticias tenía puesta sobre un magistrado la lupa de la sociedad, quedó destrozado como excusa con la celeridad con que resolvió el cuestionamiento a su privilegio inalienable de llenar vacantes con hijos, entenados, amantes y otros deudos.  

Si las reglas de juego permiten que, para preservar un privilegio, unos de los que lo detentan (abogados) puedan pedirle a otros de los que lo detentan (jueces) que ambos lo conserven, y estos decidir por sobre la Ley su mantenimiento en desmedro de un derecho que se pretender generalizar, es evidente que las reglas no están bien. Habrá que reencaminar entonces los esfuerzos para cambiar la inicua regla, o prepararse a llorar sobre los escombros de todo lo conseguido hasta el presente.

En mayo de 2011, Roberto Felletti decía a la Revista Debate: consideró que se debería avanzar en la consolidación del populismo porque "uno de sus principales problemas era que no era sustentable, ya que no podía apropiarse de factores de renta importantes, esto es lo que cambió. Un proceso de estas características necesariamente debería profundizarse”. Su opinión sobre la necesidad de profundización permanente estaba sustentada en el modo que se sorteó la crisis provocada por la derrota de 2009. No fue haciendo concesiones a los planteos de la derecha de volver a la normalidad neoliberal, sino por el contrario, ampliando derechos y radicalizando la interpelación al poder real se reconstituyó la adhesión popular y se logró el 54% del 2011.

Hoy, la reticencia a los cambios y la pretensión de gobernar desde los estrados judiciales, de dictar políticas de Estado y de someterse a “principios inalterables” más que  a las leyes transformadoras, expresadas por Lorenzetti (en octubre del año pasado en una arenga destinaba a alinear su tropa), y llevadas a la práctica en la dilación ilimitada de las cautelares y en la celeridad extraordinaria para impedir que el voto popular cuestione los privilegios corporativos, nos pone nuevamente de cara al desafío de la profundización del modelo, en todos los ámbitos, para lograr su sustentabilidad. No es posible permitirnos dejar resquicios interpretativos a la arbitrariedad corporativa, que permitan que un Poder del Estado invada obscenamente   las injerencias de los otros dos y desafiando la propia soberanía popular, sin riesgo de que la democracia se transforme en una caricatura deforme de la voluntad del pueblo, ahogando sus necesidades con formalismos tutelares.


No es imposible. Guillermo Moreno inició su “polémica” carrera recuperando espacios robados al Estado dentro del propio Estado, hoy se sienta a la ofensiva en las asambleas de Clarín y Papel Prensa. A pesar de la escaramuza perdida, la terquedad inquebrantable de  democratización, más temprano que tarde, llegará a la justicia y a la riqueza. 


jueves, 20 de junio de 2013

Los principios de Lorenzetti al palo.


Si alguien abrigaba alguna duda alentadora respecto al voto de Lorenzetti, es porque por entonces no leyó este post: LORENZETTI: EL DESPOTISMO ILUSTRADO DEL S. XXI, en donde explicábamos por qué el Supremo entre los Supremos se creía por encima de la ley y de los restantes poderes del Estado.



O lo juzgó muy tendencioso por considerar que adscribía al apotegma "todo para el pueblo pero sin el pueblo", o simplemente no escuchó o no recordaba esta intervención en la V Conferencia Nacional de Jueces del 18/10/12:





Ampliaremos.

martes, 18 de junio de 2013

Fontevecchia: un salto cualitativo… al vacío.


El 14 del corriente, Jorge Fontevecchia nos ilustra con una reflexión sorprendente desde la edición impresa de Perfil: “EL PROBLEMA ES EL MODELO, NO LOS HOMBRES”. ¿Cuál Fontevecchia? se preguntarán Uds. ¿El mismo que desde las tapas de Noticias impactara con los más ofensivos fotomontajes sobre Cristina, Nestor y una variada gama de funcionarios? ¿el mismo de las notas psicologistas que nos hablaban de bipolaridad, locura, desenfreno y otras patologías sufridas por la familia presidencial en pleno? ¿El mismo que bajo el título fachoprogresismo pusiera también en tapa una foto de Hittler con cabeza de Kirchner inaugurando la bobería de que esto es peor que el nazismo? Sí, ese, el mismo.




Pero no caigan en precipitadas conclusiones tales como que resulta positivo y plausible que un medio opositor revea su metodología estigmatizadora y la troque por un sano debate sobre “modelos”. Para nada, la nota se enmarca en un intento de conducir la responsabilidad del choque de trenes en Castelar, directamente al “modelo K”, sin escalas personales. Vivo el Fontevecchia, mientras en TN se esforzaban en mitigar el desastroso impacto que en su discurso provocaba que, minuto a minuto las sospechas y las pruebas, no conducían al descuido oficial, ni a la desinversión, ni prestaba argumentos sólidos a la defenestración de Randazzo, sino (al menos) hacia un grosero fallo en el operario, cambia abruptamente el eje del debate: “Pero la realidad se escapa de nuestros esquemas; y si la ciencia simplifica, ¿cómo entonces no disculpar los lugares comunes en que cae la opinión pública cada vez que se siente amenazada por una tragedia o por una crisis? ‘Necesitamos un culpable’, dice la masa uniendo sus voces. Y las autoridades, a veces también los medios, la tranquilizan con algún responsable, preferentemente un funcionario o algún supervisor, alguien de un rango lo suficientemente alto como para que la masa no se vea reflejada en él, aunque no lo suficientemente alto como para que las cosas cambien realmente”, pontifica como al descuido.

Pero así como el contexto del hecho quita relevancia a la especulación de que sea sincero y trascendente el supuesto “salto cualitativo”, el intento de argumentarlo y el armado político que debiera recogerlo, lo hacen naufragar en el vacío.

¿Por qué hay que buscar en el “modelo que desarrolló Néstor Kirchner y profundizó su viuda” la causa última? Porque, según Fontevecchia “consumió el stock de capital acumulado por las inversiones de los 90 aún no obsoletas y no agregó las necesarias para hacer sustentable el crecimiento que fomentó con demanda agregada” y (más adelante redondea) “El modelo falla porque no se puede sostener un crecimiento alto sólo con inversión del Estado o con los ahorros de los argentinos, y el kirchnerismo creó las condiciones para que la inversión externa sea casi inexistente. Eso se sufre en las actividades de capital intensivo como la energía y el transporte y en aquellas donde las inversiones son grandes y requieren diez o veinte años de amortizaciones para ser rentables”.

Que desde la oposición periodística ultramontana se empiece a reconocer que el crecimiento no es parte de un relato, sino que en verdad existe, no deja de ser razón digna de festejo, pero a partir de ahí la construcción teórica de Fontevecchia desbarranca frente a la contundencia con que la desmienten algunos números



Si observamos los cuadros precedentes (el primero corresponde al blog sobre economía “los 3 chiflados” y los dos restantes a la CEPAL, notaremos que la inversión externa verificada en los 90 es incluso inferior a la registrada a partir de 2005, y que a partir de allí las curvas muestran un incremento incesante, a pesar de ser mayoritariamente (a decir de Fontevecchia) inversión interna (el Estado o el ahorro de los argentinos), por lo que carece de fundamento el endiosamiento y el sobredimensionamiento que se le reconoce a los fondos externos en la era menemista.

Otro dato no menor, el primer cuadro refleja la inversión en relación al PBI: no es lo mismo el 21% del PBI registrado en 1998 (PBI= 280/290 en moneda constante) que el mismo porcentaje en, por ej., 2005 (PBI= 300/320).
Para completar la idea, sirve este otro cuadro confeccionado en el blog “Ya está” sobre la inversión extranjera directa en la argentina.



El autor del blog aclara: “En el gráfico anterior resalta que: a) 1999 registra un récord de IED por la venta de YPF a los españoles; b) en 2012 se logran los mayores montos de reinversión de utilidades en términos absolutos; c) la reinversión de utilidades es uno de los componentes de la IED, su aumento refleja la conducción por parte del Estado argentino de capitales vinculados con intereses extranjeros hacia una menor remisión de utilidades y dividendos al exterior y una mayor reinversión. Esto último para algunos sectores ortodoxos puede emerger como polémico, sin embargo no es menor que el Estado haya logrado "contener" estas decisiones de los agentes, o los actores sociales, de manera tal que las utilidades generadas en vez de volver a casas matrices o países de origen vuelvan a la economía doméstica”. Es decir, de la tan añorada inversión extranjera, su tope se logró no en inversiones de riesgo sino producto de la venta de los activos Estatales (es decir, no creó nada nuevo, por lo contrario, los años demostraron que la inversión trajo nefastas consecuencias tanto en el rubro laboral como energético productivo). Es decir las famosas inversiones extranjeras ni fueron tantas, ni tan productivas ni beneficiosas. Fuera del 99 (privatización YPF) el monto récord de inversión anual de esa década, fue durante el kirchnerismo 2 años igualados y en 2012 ampliamente superado, recuperando en vez de vendiendo patrimonio nacional.

Otro dato que obvia Fontevecchia es que el default de 2001 fue, realmente, el hecho que produjo la estampida de capitales, y que, contrariamente a lo que predica, las políticas kirchneristas no sólo han logrado atraerlos nuevamente en un contexto de crisis internacional financiera, sino que incluso ha sido capaz de impedir que las ganancias se giren al exterior y se reinviertan en el país, situación que no se verificaba en los 90 (¿o por qué se creen que se inventó la convertibilidad?).

Es obvio que si se produce más, se consuma más energía, y que esa situación (sumada al mayor consumo hogareño producto del mejor standars de vida) frente a la nula inversión en infraestructura verificada en los 90 genera cuellos de botellas. Por aquel entonces se exportaba  gas sobrante a Chile y se clausuraba la construcción de centrales atómicas por la inutilidad, “el modelo” no necesitaba  del aumento de producción de energía eléctrica. Las consecuencias del modelo menemo-delaurrista fue la exclusión social y la implosión del 2001. ¿Por qué motivo, y en vista de los antecedentes, podríamos colegir que un modelo distinto al que impulsaron Nestor y Cristina atraería inversión extranjera productiva y no meramente especulativo, que fructificaría en el sector energético en respuesta al ritmo del crecimiento y que resolvería los problemas sociales emergentes? ¿cuál es la alternativa ofrecida? ¿no crecer tan rápido? ¿no incluir tan rápido? ¿crecer sin trabajadores que utilicen los medios de transporte para ir a trabajar y sin clase media que producen colapsos eléctricos cuando enciende los aires acondicionados? ¿esperar a tener más medios de transporte y más energía para crecer y después incluir?

La contradicción aparece como evidente, y Fontevecchia recoge el guante y pretende superarla: “Y no es una cuestión ideológica, porque tanto el privatismo de Menem como el estatismo de Kirchner fueron abusadores. La falta de medida de ambos los convirtió en lo mismo: una caricatura farsesca de corrientes ideológicas (otra simplificación) que deberían coexistir en cualquier país y, dependiendo del momento, influir una u otra en mayor proporción”, vuelve a pontificar enunciando el sano principio del justo medio.
¿No es ideológico? ¿Se puede en la realidad política y económica no ser muy-muy sin ser tan-tan? ¿Cuál sería el modelo real de referencia que haya emergido exitoso al cambio de paradigmas del pos-neoliberalismo o, mejor dicho, a su crisis globalizada? No creo que Fontevecchia lo busque en China…

¿Y en España? El PSOE abrazó las políticas de ajuste abandonando sus ideales históricos, sólo para que el electorado le diera la espalda y permitiera al PP profundizar el desastre. Por no ser tan-tan ahora España es muy-muy.

¿Y en Chile? Por no ser tan-tan, la Concertación postuló al neoliberal Frei, sólo sirvió para que el neoliberal Piñera retomara el camino de los muy-muy. Ahora reaparece Bachelet con un discurso que en mucho excede el tan-tan con que gobernó para encaramarse en las encuestas.

Pretender que el kirchnerismo desaparezca (al igual que el neoliberalismo cerril) y que la política se reabsorba en un dualismo inocuo (¿macrismo vs. Panradicalismo+socialismo?), en un juego de ambivalencias entre oficialismo y oposición que representan sólo variedad de matices de lo mismo, no es plantear una mejoría de la convivencia democrática (es negar su esencia), sino que denota la inmensa hipocresía del autor. Se planta en el fukuyamista planteo de la muerte de las ideologías para preservar engañosamente la doctrina del pensamiento único: el neoliberalismo. No hay que ir demasiado atrás en la historia para encontrarnos con un ejemplo de esa situación que se pretende reeditar: las elecciones de 1999, cuando se podía discutir todo menos el modelo de la convertibilidad que nos depositó en la debacle.

A propósito, tampoco deja pasar la asimilación entre el menemismo y el kirchnerismo, ambos como “caricaturas”. No comparto (ni compartí) nada con el ideario menemista, pero no tengo dudas que si algo no fue  es una caricatura, por el contrarios fue el neoliberalismo en estado puro, ese mismo neoliberalismo en el que abrevan explícitamente desde sus actos y sus opiniones ese extenso arco político que intenta presentarse como “la oposición seria y dialoguista”, supuestamente tan incontaminada de ideologías como Fontevecchia, y tan ruin y mentirosa como el editor del Perfil.




lunes, 17 de junio de 2013

D'Elia, los trenes y el 16.


A horas del choque de trenes en Castelar, Luis D'Elia prende una mecha  que puso nerviosos a varios. No sólo a una oposición mediática que ponía todas las fichas a los trillados y genéricos argumentos de la "falta de inversión" o latiguillos reflotados como "la corrupción mata", siempre apropiados para desgastar al gobierno (pero desacreditados a cada paso que avanza la investigación). También a una oposición política ávida de encontrar en las necrológicas algún argumento sustenable que borre en el electorado la imagen que construyera de pandilla multimorfa y oportunista, inútil para canalizar cualquier demanda. Y también, por no decirlo, en una rama de tibios simpatizantes honestistas y poco afectos a ejercitar la memoria, a quienes corresponde a hacerles recordar el menú de operaciones maliciosas que se han devorado alegremente y sin masticar en estos últimos años.




Y el Cro. Luis, fue más allá. En refuerzo de su duda, cometió la temeridad de hacer púbica una atinada inferencia: si fueron capaces de bombardear una plaza llena de gente ¿cuál es el motivo válido para suponer que un sector reaccionario (y sus influyentes y bien pagos cagatintas), histórica y manifiestamente contradictor del peronismo, no sería capaz de chocar dos trenes? 

Obviamente, nadie del amplio espectro opositor se sintió cómodo con la comparación. A nadie le gusta que se ande ventilando los muertos que atesora en su ropero. Las reacciones fueron furibundas, destempladas, pero, sobre todo, canallescamente desmesuradas, evidenciando la desproporción entre poder de fuego del tuit  y de la diversa artillería del poder mediático. Pero no quedó claro si la reacción se debió a una indignación generalizada por sentirse corridos con el sayo de golpista, porque el razonamiento "a lo bestia" de Luis desviaba la discusión a un ámbito distinto que la hipócritamente lacrimosa cobertura funcional a intereses desestabilizadores, o quizás haya sido que la jauría fue desatada para destrozar al bocón que se atrevió a poner sobre el tapete una hipótesis para nada descartable.

Por todos es sabido que, los bestiales golpes militares, esas carnicerías a la vieja usanza, ya están demodée y no gozan del beneplácito de la embajada. Ahora son las "minorías intensas" las que obran en una mucho más tortuosa, lenta y dificultosa táctica que pretende dotar al golpismo de cierto barniz democrático. Pero ahora como antes, toda pretensión ilegítima de apoderarse del gobierno sin necesidad del respaldo electoral, requiere de un fino trabajo de ablande de conciencias encargado especialmente (antes como ahora) a los formadores de opinión disfrazados de periodistas independientes. Y para eso no es exigible al predicador ni siquiera una pizca de originalidad. Basta ver esta tapa del socialista (liberal y democrático) periódico "La Vanguardia" del 22 de junio de 1955 para comprenderlo.




Fuera de la fecha, todos y cada uno de los clichés de entonces son trajinados hasta el cansancio por las plumas y los micrófonos que nos hartan cada día. Se repiten las expresiones de deseos, se reiteran los epítetos, y se sigue festejando la muerte como recurso, por entonces explícitamente, hoy se tienen que contentar con dejar caer la baba por la comisura del entrelíneas.


La honestidad brutal de Luis les duele como una trompada en la mandíbula. Ellos están acostumbrados a seguirnos por cuadras provocando con elípticas metáforas y capciosas comparaciones. Que el tren de Varsovia de Lilita, que las juventudes hittlerianas de Aguinis, que el control de precios nazi de Sturzenegger, que la comparación de la TDA con las volksempfänger, no es más que la apelación cotidiana al recurso goebbelsiano de la transposición ("cargar al enemigo con los propios errores o defectos, si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan"), práctica que pretende hacer creer al público que nosotros somos lo que en realidad ellos son capaces de ser. Ellos se descolocan con la falta de sutileza franca, simplemente porque necesitan de argumentaciones retorcidas para sostener sus endebles argumentaciones.

Contrariamente, a Luis le basta las limitadas posibilidades de tuit para poner en evidencia una realidad histórica. Si de buscar parecidos con el nazismo se trata, no necesitamos remitirnos a forzadas referencias literarias al holocausto... nos basta con Guernika para desbaratar la trama y llenar los ojos de quien quiera ver con imágenes con que jamás podrán  parangonar al peronismo.