jueves, 30 de enero de 2014

RUCIO RECOMIENDA.




Tarde lluviosa de miércoles, un día de idem, bah... lo mejor es mirar películas. Particularmente, me inclino por los clásicos, y mejor si es algo liviano.


Por eso en esta oportunidad me permito recomendarles, mis queridos amigos, una parodia de origen nacional, la tragicomedia de enredos, con elementos superlativos del grotesco: "EL JOROBADO DE NOTRE DAME II".




El personaje principal es Cuasimodo, un sujeto que sufre (a veces disfruta) de una enorme desviación de la columna vertebral del movimiento nacional justicialista, encarnado por el galán maduro (o más-duro) Hugo Moyano.

Cuasimodo, despechado porque la hermosa Esmeralda (encarnada magistralmente por Cristina) no le da tronco de bola, accede a ser el instrumento de la perfidia sin igual de el Juez Frollo (encarnado por Hector Magnetto) quien está encaprichado con Esmeralda, y trata de arrestarla poniendo como excusa que es Presidenta y ya estamos en el fin de ciclo.

Reforzadas por el giro en la actitud de Cuasimodo, las Gárgolas (Macri, Massa y De Narvaez) se ilusionan con que pueden dejar de ser convidados de piedra en la trama pergeñada por Frollo. A pesar del desagrado que despierta en ellas, Cuasimodo interactúa sucesivamente con cada una, alentando sus malévolas intenciones de trascender los estrechos límites de la Catedral Federal y su Zona Norte. 

Las oscilantes maniobras del malformado suelen ser excusadas con la frase "cualquier campanario me deja bien", ya que para realizar sus tropelías debe alojarse en las cumbres del poder para apartarse de la turba populista indispuesta con su conducta vil, que clama venganza desde las calles.

Historia de traiciones, maldades y desestabilizaciones, que culmina cuando el Capitan Febo gana las elecciones en 2015. Un final abierto que, seguramente, dará lugar a varias secuelas. IMPERDIBLE.



martes, 28 de enero de 2014

Argumentos incontestables (servicio de argumentación para el garca)


- 152... ¡152!... 153…
- Yo, acá! 152.
- Usted dirá.
- Buenos días… busco un goyete para obturar el coso. De los que vienen con cierre herméticos de doble rosca. ¿tiene?



- ¿de 4 u 8 pulgadas?
- Así…
- A ver… 8 pulgadas. ¿Nacional o importado?
- y digamos… ¿el importado cuanto sale?
- $ 79,99.
- Pero cómo? Si yo consulté la semana pasada en internet y costaba 52,20?
- Ah, claro, el señorito consultó la semana pasada… ¿Ud. vive en un termo mi amigo? ¿No sabe que se devaluó el peso y que se viene el “rodrigazo en cuotas”? ¿No lee los diarios? ¿No se enteró de que todavía no hay arreglo con el Club de París, de la toma del Palacio de justicia en Ucrania y que la Comunidad Europea todavía no aprobó el plan de ajuste de la República Eslovaca? ¿De donde se cree Ud. que importamos estos goyetes para obturar el coso?
- Ah… son de fabricación eslovaca…
- No, son albaneses, pero se triangulan por Eslovaquia para eludir el bloqueo comercial impuesto por la OTAN a los albaneses a raíz de la crisis siria. La compleja situación del capitalismo financiero internacional impacta en la estructura de costos de modo impiadoso… no se donde vamos a ir a parar.
- Ah bueno, me lo hubiera dicho desde el principio. Yo la última vez, hace 6 meses, que compré uno de esos goyetes, me salió 23,65, pero eran malayos… no duró nada... una porquería.
- Malayos ya no tenemos, Moreno cerró la importación porque estaban dumpingneados: los componentes tailandeses estaban subsidiados por multinacionales italianas radicadas en Corea para eludir las normas técnicas de la CEE. ¿Lleva o no?
- Eh… No.
- 153!
- No, pare, pare… y el nacional?
- 102,23.
- ¡Cómo!
- 102,23. Es así, el proveedor me dijo que la próxima me lo baja a 80,02 si le compro más de 100 unidades y no le pido boleta. Si no, 90,44. Así que la semana que viene vamos a tener que remarcar. Es que tiene un componente importado: el chirulo del economizador es de industria boliviana y fue fuertemente impactado por la cotización esperada del dólar blue… Usted entiende... un mercado hipersensiblilizado. 
- ¿el chirulo? Pero cuanto puede valer el chirulo?... no debe representar ni el 1% de la estructura del costo…
- Ah claaaaro… resulta que el señor ahora es experto en estructuras de costos… pero no mide las variables macroeconómicas distorsionadas por el intervencionismo estatizante y distribucionista, autor de reglas de juego poco estables que alientan la inseguridad jurídica e impacta negativamente en el clima de negocios y ahuyenta la inversión extranjera produciendo estanflación, incertidumbre y atraso tecnológico… ¿Y la expectativa inflacionaria, eh? ¿Y la caída de las reservas? ¿Y el ajustazo traducido en la eliminación de subsidios a los insumos energéticos industriales… mire que se viene. ¿Y la sensación de inseguridad tributaria que eclosiona en la forma de ventas en negro que afectan la recaudación previsional? Por supuesto que el tipo ni idea del corrimiento de límites en Tarija y sus implicancias en las negociaciones de tarifas aduaneras unificadas del Mercosur… para el Sr. son detalles sin relevancia… ¿sabe Ud. acaso cuánto es el salario de un tornero boliviano con 15 años de antigüedad y cargas de familia? Es así… todo producto de que no se eliminan las retenciones al campo, lo que profundiza la brecha cambiaria… después me vienen con las presiones especulativas, me vienen. ¿Lleva el nacional?
- No deje, véndame un metro de alambre de enfardar…  que con eso me arreglo.
- ¿Y el goyete?
- Lubríquelo con aceite de máquinas y piérdaselo en el orto con alegría.




lunes, 27 de enero de 2014

Las mismas piedras, distinto color.


Que la tragedia se repita como farsa (introduciendo elementos grotescos para forzar la asimilación) no es una novedad. Como tampoco lo es que muchos se empeñen en tropezar con la misma piedra, e intenten justificar su idiotez en que esta vez la piedra estaba pintada de distinto color.



Recuerdo la gran crisis terminal del Alfonsinismo. El “gran capital” apedreando el nido de una democracia trémula, ingenua e inexperiente. Nido ubicado en un árbol sacudido por las tormentas que desataban Clarín y La Nación fogoneando incertidumbres, incentivando expectativas apocalípticas y plantando angustias (por supuesto, cuando el fuego se hizo incontrolable, el coro comunicacional recitaba “los periodistas no generamos inflación - los periodistas no generamos devaluación”). Mientras los asalariados corrían, sueldo en manos, una loca carrera para ganarle a la remarcación supermercadil, la clase media se indignaba con Mazzorin mientras pasaba sus Australes a dólares que crecían en los arbolitos céntricos. Ah! Y Altamira… señalando que el camino de los saqueos y la tragedia, anunciaba que la revolución estaba a la vuelta de la esquina. Pero no fue así, a la vuelta de la esquina esperaba Menem.

Para el 2001, modificaron la táctica. Era lógico, tuvieron que optar por la calidad en lugar de la cantidad. Durante una década se dedicaron al saqueo “hormiga” de las mayorías, mientras que las minorías pastaban alegremente dólares en los graneros bancarios. Bastó con cebarlos bien, y cerrar las puertas por dentro. Soplar y hacer corralitos, embolsar y remitir a la matriz. A Clarín y La Nación, esta vez le toco el rol de tapar agujeros a la mirada de los ingenuos, en vez de desestabilizar, ahora pintaban de lago de aguas mansas el tembladeral del ocaso de la convertibilidad. Ya tenían experiencia, lo habían hecho durante las Dictaduras.  Y Altamira? Nunca acusó a la especulación financiera internacional, se trataba de un “autogolpe” (una categoría genérica, amorfa y multifuncional, de óptimo rendimiento para llenar los vacios que dejan la impotencia programática propositiva y los análisis ideológicos simplones y esquematizados. Muletilla multifacética y de uso recurrente tal como “gestión de los obreros y control de los usuarios”, “ajustazo encubierto”, “rodrigazo en cuotas”, “crisis terminal del capitalismo” o el adolescentista “cualquier cosa, YA!”).

Por uno de esos extraños abortos de la naturaleza, cuando la mayoría esperaba resignada dirimir una segunda vuelta entre Menem y Lopez Murphy, el doloroso parto anunciado por Carrió dio a luz un hijo macho de huesos muchos más duros de roer. No digamos que el carrousel cambió el sentido de su giro, pero es indiscutible que la morigeración de su cadencia, que el aumento de los caballitos, permitió subir a muchos más aspirantes a la gloria de la sortija.

Esta vez, desde el propio Gobierno, se difunde el hábito de asignar al anónimo “gran capital” caras, nombres y apellidos. Costumbre molesta para los que gustan operar desde la impunidad del anonimato y bajo el interpósito amparo del vocero elegido por las “entidades gremiales patronales”. Hay Ferrán y Matta, Brufau, Fiat se llama Ratazzi, Cotto pasa a ser un hombre de carne y hueso y no un  supermercado, se corre la cortina de Clarín y aparecen Magnetto, Pagliaro, Aranda y Rendo, Grobocopatel dejó de sonar a palabra inventada para ganar al escrabel. Su popularidad trascienden las elitistas fronteras del público de Caras, Forbes o Fortuna, y sus nombres son apropiados y pronunciados por las punzantes lenguas de la plebe, enemigas de los eufemismos y las elipsis: “ese hijo de puta de” suele preceder su mención, desplazando antiguos honores, títulos y rangos.

Ya es pasado los tiempos en que Shell compraba dólares para importar bienes de capital y, paralelamente, los medios informan una disparada del dólar. Ahora Juan José Aranguren “calienta” el mercado del dólar pagando 8,50 lo que cotizaba 7 y pico y publicando la operación al cierre de la rueda diaria para fijar su cotización en ese punto. Ahora Magnetto y Cia. operan la consolidación de una devaluación artificial, realizada mediante una sóla operación, y generan expectativas inflacionarias e hiperdevaluatorias. Ahora Altamira festeja que apareció por fin quien pagó la seña de su tan anunciado “rodrigazo en cuotas” y anuncia que, por sorteo o licitación, esta vez sí, en la misma esquina nos espera la revolución proletaria (aunque el sabe, sí lo sabe, que a la vuelta esperan la bendición Massa, Macri y la derecha radical-socialista, el neomenemismo y el neodelarruismo. A Altamira, a lo sumo como en 2000, se le reserva a una banca combativa en la legislatura porteña o en el Congreso Nacional).

¿Y la clase media? Ah, sí… la clase media, la nueva, cuentapropista y emprendedora clase media otra vez será víctima propiciatoria. La máquina de empernar boludos tiene la mira fija en ellos, el infernal aparato descerebrador hace un año que les viene vendiendo la ilusión del salvataje egoísta bajo la forma de dólar blue sobredimensionado a la medida de su aterrorizada visión del país. Como las otras veces, amenaza en convertirse en el motor inconsciente y autodestructivo de la desestabilización de un sueño para mayorías.

Una simple operación matemática, hipotética, lo demuestra. Supongamos que hace 10 días la casa matriz de Shell haya girado a Aranguren 3 millones de dólares para realizar alguna inversión (la filial local de Shell no exporta nada), importando para Argentina lo que sea. Supongamos que Aranguren los haya volcado al mercado ilegal, a 11 o 12 pesos (aprovechando la necesidad de la moneda extranjera y la imposibilidad de los operadores turísticos evasores de adquirirla para sus próximas vacaciones después de la temporada). En ese caso, la jugada política que lo posiciona en la más alta de las estima del empresariado nacional, de los medios desestabilizadores, de los especuladores de divisas, y lo transforma en el nuevo héroe de la vanguardia revolucionaria de la clase obrera con avanzada consciencia de clase, ni siquiera la pagó de su bolsillo. Por el contrario, la miserabilidad intrínseca del capitalismo habilita a imaginar que la operación fue financiada por miles de angurrientos evasores. A Aranguren le representó un incremento de su propio peculio de unos 3 pesos por cada dólar recomprado en el mercado legal. Lo que fue evadido al Estado, terminó en el bolsillo de Aranguren… más la gloria, claro está.

Si todo marcha como Aranguren y sus amigos esperan, les va a seguir yendo bien, mejor seguramente. Eso sí, el clasemediero puede despedirse de su posibilidad de evadir, no porque lo vayan a perseguir, sino porque ya no va a recaudar… Y Altamira, seguirá pronosticando oportunas debacles y lanzando consignas convocantes desde Clarín y La Nación. Después de todo, una izquierda civilizada y sumisa es tan útil como una izquierda ultra e incendiaria pero que no cuestiona el poder real ni es capaz de construir un modelo alternativo. 



miércoles, 22 de enero de 2014

Algo que no sobra: DEBATE.


Organizado por la agrupación conducida por (todos de pie) Guillermo Moreno, Pueblo Peronista, en la UB Patria Grande - Centro Cultural Discepoleano, tuvo lugar este interesante debate, que incursionó sobre un tema espinoso y para nada agotado puertas adentro: "El Ultimo Perón". 




Los panelistas fueron Raúl Isman (que publicó los videos en su canal de YouTube), Ariel Majirena y Javier Jarín. 































martes, 21 de enero de 2014

Canalladas y falacias clarineras.


“Para el Central, las reservas caerán US$ 3.000 millones más hasta marzo", titula Clarín un artículo plagado de expresiones como "prender velas", "con un poco de fortuna", “viento de cola”, “cruzan los dedos”, “apuestan a que, si es verdad que Dios es argentino”; sin privarse de la mención de ese ícono de la oligarquía: “una buena cosecha salva al país”.


Todo salpimentado con ocasionales alusiones (a veces algo forzadas) a “ponerse casco”, "ajustarse el cinturón" y la ineludible referencia al omnipresente "abismo".

Sin embargo, el núcleo sustantivo del artículo, bien disimulado entre la metralla desalentadora y angustiante, es que fundados en previsiones de los habituales movimientos de la producción y del comercio internacional, mas una serie de medidas adoptadas y por adoptarse, el Banco Central prevé cerrar el ejercicio 2014 con un incremento del 10% de reservas respecto al nivel del cierre de 2013.

La fórmula es vieja: todo lo que seguramente será negativo es culpa del gobierno, aquello que eventualmente pueda resultar positivo, es producto del azar o del “viento de cola”, sin perjuicio de la inestimable y permanente ayuda de ese tractor subestimado y maltratado de la economía que es “el campo”. Ah sí! bueno… y tal vez un poquito a YPF, que vaya a saber por qué motivo los inversionistas ven con cierto afecto (para la “lectura oficial” al menos).

Y como moño, la conclusión digerida para orientar a los preformateados lectores (por las dudas que alguno haya cometido la intrépida acción de leer más allá del título): "Quebrar las expectativas no luce fácil, para un equipo económico que no despierta credibilidad". Obvio, ningún equipo económico que se desempeñe amparado en sortilegios como cruzar los dedos o encender velas, y apostando a que Dios sea argentino, puede racionalmente despertar ninguna confianza.


Una ratificación categórica de la renuncia indeclinable a la ética periodística. 


viernes, 17 de enero de 2014

Una cosa lleva a la otra...


Desde que el mundo es mundo, la sistemática estigmatización y criminalización de un grupo social, político, racial, étnico, religioso, etc., inspira, justifica y prepara para desatar la violencia contra ese grupo.  


Estigmatización



+ Criminalización




= Violencia.



Sépanlo.

lunes, 13 de enero de 2014

Continúa la epidemia de mostros marinos!


A días de la aparición del calamar gigante varado en la playa de Santa Mönica, California, una nueva aparición de un gigante marino desconocido por la ciencia asombra a los veraneantes de Punta del Este ¡Y ya hay Polémica!




Se trataría de una "Lilita de 50 Pies" (así bautizada en recuerdo aquella escalofriante película de 1958), en eso coinciden todos los testigos. 




Pero algunos desconfían de la identidad de la aparición ya que a esta se la vió intentando poner patitos en fila, actitud poco habitual en la original. Tambien confunde la actitud mansita asumida en las playas puntaesteñas, cuando bien es conocido el carácter díscolo desplegado en su lugar de origen lo que ha permitido caracterizarla con justeza como un "pescado de muchas espinas".

Especialistas consultados descartan que se trate de un caso de gigantismo derivado de las emanaciones radioactivas de la destruída Central de Fukujima.
"Se la vio venir del lado de Buenos Aires - coinciden- lo que abona la hipótesis de que sólo se trataría de un CANDIDATO INFLADO, eso explicaría su desmesuradas proporciones carentes de toda explicación racional."


 

miércoles, 1 de enero de 2014

Felix 2014 para casi todos y todas!


Sepan los compañeros, amigos, visitantes habituales u ocasionales de este feisbuc o blog, y demás deudos, que acá no se andan regalando augurios findeañeros a la bartola. Así que absténganse de sentirse incluidos en los deseos positivos para el año entrante:



1) los que ponen palos en la rueda (cualquier rueda)
2) los que conspiran contra la felicidad del pueblo
3) los angurrientos que, cuando derrama la copa, ponen una palangana abajo para juntar lo que cae
4) los que no entienden que para que exista un derrotado, alguien tiene que haber ganado (en la democracia eso se dirime por la cantidad de votos recaudados)
5) los que creen que para ganar en 2015, más que juntar votos, hace falta apostar al fracaso ajeno
6) los que creen que el estado  es una gran teta de la que solo ellos pueden mamar
7) los que miran para otro lado
8) los que cagan 30 cm más arriba del culo
9) los que festejan los goles de un equipo que no es el propio (en sentido metafórico político-furbolero), sólo porque te lo hicieron a vos (exceptuados los que festejan los goles contra Boca, literalmente)
10) los que les gusta el durazno pero no se bancan la pelusa
11) los que emprenden la minuciosa búsqueda del pelo en el huevo
12) los que quieren preguntar pero dan 5 de bola a la respuesta, así como los que ante cada solución te responden con un problema
13) los que ven fácilmente la paja en el ojo ajeno, pero nunca ponen el ojo en la paja propia
14) los eternos profetas del desánimo, de la pesadumbre, de la angustia, y de los apocalipsis postergados 
15) y otra inmensa caterva de egoistas, ambiciosos, inoperantes,  intolerantes, discriminadores, chantas y perversos polimorfos de edad adulta que pululan intentando hacer la vida del otro un poco más miserable (a veces con relativo éxito).


Al resto no comprendido dentro de alguna o algunas de las categorías de indeseables enumeradas:




¡MUY FELIZ 2014!